El índice de precios internos al por mayor (IPIM) cerró el 2018 con un inédito incremento del 73,5%, que se ubicó unos 26 puntos porcentuales por encima de la variación de precios minoristas medida en el conocido IPC (Índice de Precios al Consumidor).

Esta importante diferencia a favor del indicador mayorista se justifica por su estrecho vínculo con el dólar y enciende una señal de alerta por el posible arrastre que puede tener sobre los precios minoristas en 2019. Sucede que al no poder trasladar este fuerte incremento de sus costos, los empresarios tuvieron que disminuir sus niveles de rentabilidad.

"La política monetaria contractiva vía el corte del crédito y la recesión terminaron acotando el traslado a precios de la suba del dólar y tarifas a costa de comprimir márgenes de empresas", indicó a LPO el director de Eco Go, Federico Furiase.

Sin embargo, los especialistas aseguran que no necesariamente esta "inflación deprimida" se podrá trasladar a precios este año. "Más que representar el retraso entre costos del productor y precios del consumidor, este indicador representa la evolución dispar entre distintos precios relativos propio de una depreciación", explicó Gabriel Zelpo, de Elypsis Consultora.

La inflación del 2018 terminó en el 47,6% y fue la más alta de los últimos 27 años

"El tema es que no mide todos los costos que enfrentan los productores. Entre ellos falta uno muy importante como son los salarios, que no han observado la misma dinámica que el resto de los precios de la economía", agregó el economista, haciendo hincapié en el fuerte deterioro salarial que actuó como contrapeso en beneficio de los empresarios.

En el acumulado anual, la variación se explica por la suba del 71,2% en los "Productos nacionales" y de 104,8% en los "Productos importados". Entre los primeros, los que marcaron las mayores alzas fueron los productos primarios (82,7%), especialmente el petróleo crudo y gas (105,5%) y los productos pesqueros (101,9%).

En tanto, los productos manufacturados registraron un incremento del 68%, donde sobresalió el alza del 90,6% en vehículos automotores y repuestos, del 87,3% en máquinas y aparatos eléctricos, el 86,8% de sustancias y productos químicos; y del 82,4% en productos metálicos básicos.

Construcción

Por otro lado, el Indec dio a conocer el índice del costo de la construcción (ICC) del Gran Buenos Aires, que en diciembre marcó un avance del 3,3% y acumuló un 44,8% para el total del 2018. Este resultado surge como consecuencia del alza en materiales del 61,6%, del 35,1% en mano de obra y del 40,3% en gastos generales.

En cuanto al primer grupo, los ítems donde se observaron los mayores aumentos fueron en instalación de gas (62,5%), instalación sanitaria (61,9%), vidrios (60,9%), carpintería metálica y herrería (60,8%) y pintura (50,3%).

En segundo término, la mano de obra registró el impacto de los nuevos valores establecidos por el acuerdo salarial con la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), que de todos modos llevan una pérdida salarial del 8,4% en términos reales en el último año.

Finalmente, los gastos generales que más avanzaron respecto al año anterior fueron los servicios de camionetas (63,6%), camión volcador (54,9%), retroexcavadora (57,2%) y andamios (48,4%).